1847 se inauguró la primera feria sevillana en el Prado de San Sebastián, siendo su principal reclamo la Exposición de Ganados que tuvo lugar en la plaza de toros que para tal ocasión cedió la Real Maestranza de Caballería.
En 1846 eran famosas en España varias ferias de ganado entre las que destacaba la que se hacía en el pueblo sevillano de Mairena del Alcor. Mientras, Sevilla no se beneficiaba de este privilegio por lo que don Narciso Bonaplata y don José María Ibarra, insignes sevillanos, presentaron un escrito en la Alcaldía hispalense solicitando a través de su Cabildo Municipal licencia para celebrar una feria anual de ganados durante los días comprendidos entre el 19 al 21 de abril.
El 23 de septiembre de aquel año el Ayuntamiento envió a la Reina una solicitud con el fin de que concediera dicha prerrogativa. El 5 de marzo de 1847 firmó Isabel II la Real orden autorizando la celebración de la feria.
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